Según el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) público en el Banco Central de Nicaragua, entre enero y marzo la agricultura creció 4.1 por ciento, como resultado de mayores labores en los cultivos de caña de azúcar, banano, frijol y tabaco, entre otros.
Por Mabel CaleroPublicado 22 de junio de 2021 12:00 AM
Los números del Banco Central indican que en los primeros cuatro meses del año, los productores se vieron obligados a invertir más en compra de fertilizantes y agroquímicos, debido a que el precio de los insumos agrícolas se disparó por la alta demanda mundial de estos tras la reactivación del comercio y producción de bienes.
Entre enero y abril del año pasado, los productores nicaragüenses pagaron 103.20 millones de dólares en insumos agropecuarios, mientras que en el 2020 para la misma fecha fueron 90.41 millones de dólares, lo que implica un crecimiento del 14.1 por ciento.
No obstante, eso no significa que compraron más, por el contrario la compra fue mucho menor. Hasta abril en volumen se importaron 125,676 toneladas, inferior a las 142,092 toneladas que se facturaron en igual lapso del año pasado.
Y aunque la importación en volumen es mayor en comparación con el 2019, cuando se aplicó la reforma fiscal, los productores están lejos de llegar a lo facturado en el 2017 (147,221 toneladas). Esto a pesar del arranque del ciclo agrícola 2021-2022 a mediados de mayo pasado, cuyo proceso de preparación de tierra ocurre semanas antes de la entrada del invierno.
Según el máximo emisor bancario, los productores importan frecuentemente fertilizantes, urea, insecticidas, semillas, medicamentos veterinarios, sulfatos de potasio y calcio. El uso de estos insumos es clave para aumentar los rendimientos de los cultivos y controlar plagas en los mismos.
Uno de los insumos más usados para la producción son los insecticidas. Hasta abril de este año las compras en valor por este concepto ascendieron a 24.53 millones de dólares, mientras que en el 2020 fueron 18.4 millones de dólares, lo que significa un aumento del 33.3 por ciento.
En el caso de la urea, un fertilizante de bajo costo, tuvo menor demanda ya que se pagó a los mercados internacionales 9.31 millones de dólares, 2.62 millones menos que en el 2020. Esta caída en valor se debe a que se dejó de comprar 15,156 toneladas de urea con respecto al año pasado, cuando se trajo 48,481.5 toneladas. Cabe destacar que este fertilizante es importante por la alta concentración de nutrientes.
El precio de la urea está íntimamente ligado a la evolución nivel internacional del petróleo, el cual ya está a niveles de 2018, es decir previo a la pandemia que se desató en diciembre del 2019 y que ocasionó que el crudo se viniera al suelo en el 2020, por la semiparalización de la economía mundial.
De hecho, ayer los precios del petróleo terminaron en un máximo desde octubre de 2018, impulsados por la demanda de crudo y la elección del conservador Ebrahim Raisi en Irán, que podría complicar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y el retorno del crudo de ese país al mercado, informó AFP.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto cerró en 74.90 dólares en Londres, en alza de 1.89 por ciento sobre el viernes. En tanto, en Nueva York el barril de WTI para el mes de julio ganó 2.82 por ciento a 73.66 dólares.
Otros factores
Además, el sector productivo nicaragüense se ha visto afectado, primeramente por la crisis sociopolítica que provocó en el 2019 que el régimen aplicara una brutal reforma fiscal, que encareció entre un 20 y 30 por ciento el precio de los insumos agrícolas. Luego este año se volvió a sentir otro incremento debido al aumento de la demanda global como consecuencia de la pandemia.
Para Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), pese a esa alza en los insumos, los productores se han visto motivados a continuar sembrando por el incremento de los commodities primarios.
“Los commodities de los productos primarios han subido de un 35 a 40 por ciento a nivel mundial, además de eso ha subido el transporte, porque resulta que los contenedores van de China a Estados Unidos, pero no hay contenedores viajando a otros países, entonces como no hay disponibilidad de contenedores, ha subido el costo del transporte, luego vemos que se disparó la demanda de productos primarios por el incremento de la economía poscovid, eso hace que la producción a nivel mundial que había bajado no cumpla con la demanda, entonces se crea cierta escasez y por eso suben de precio los insumos”, dijo Jacoby.
Álvaro Vargas, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), recientemente expresó a LA PRENSA que los productores estaban haciendo un esfuerzo para obtener fertilizantes este año, incentivados por el aumento de los precios internacionales, coincidiendo con Jacoby.
De hecho, el Banco Mundial dijo en abril que esperaba que los precios agrícolas continúen altos, pero tienden a estabilizarse en 2022. “Se prevé que los precios de los metales aumentarán un 30 por ciento, en tanto que los precios de los productos agrícolas se incrementarán casi un 14 por ciento. Gracias al repunte de la actividad económica, así como a algunos factores específicos de la oferta, en particular en los sectores del petróleo, el cobre y algunos alimentos básicos, casi todos los precios de los productos básicos han superado los niveles previos a la pandemia”, determinó el Banco Mundial (BM) en su análisis denominado “Los precios de los productos básicos se estabilizan tras los aumentos de principios de 2021, de la mano de la recuperación económica mundial”.
“Hasta el momento, el crecimiento mundial ha sido superior a lo previsto, y las campañas de vacunación ya están en curso; estas tendencias han impulsado el alza de los precios de los productos básicos. Sin embargo, es imposible predecir cuánto durará la reactivación”, dijo Ayhan Kose, vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones, y director del Grupo de Perspectivas del BM.
“Los mercados emergentes y las economías en desarrollo, sean importadoras o exportadoras de productos básicos, deben fortalecer su resiliencia a corto plazo y prepararse para la posibilidad de que el crecimiento pierda impulso”, precisó.
Se reduce el financiamiento
La caída en la demanda de fertilizantes y otros insumos agrícolas coincide con una reducción en la cartera de crédito del sector financiero. Datos de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) indican que la cartera agrícola hasta marzo de este año muestra una baja en el saldo de cartera por 607 millones de córdobas, en consecuencia el número de préstamos se redujo 1,732. En el caso del sector ganadero, que tiene una cartera más pequeña, en diciembre del 2020 se habían entregado 4,928 préstamos, pero a marzo de este año se redujeron a 3,636 préstamos.
Según el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE), público en el Banco Central de Nicaragua, entre enero y marzo la agricultura creció 4.1 por ciento, como resultado de mayores labores en los cultivos de caña de azúcar, banano, frijol, tabaco, entre otros.